miércoles, abril 16, 2008

Caporetto: La batalla que cambió Italia


El amanecer del 24 de octubre de 1917 comenzó con tremendos ruidos de explosiones. Un bombardeo de la artilleria austriohúngara en la zona de Caporetto (Kobarid, en esloveno) dió comienzo a la 12ª batalla del Isonzo. El ataque, liderado por tropas especiales alemanas ("Sturmtruppen"), rompe rápidamente el frente y amenaza con cercar al III ejército italiano que lo defiende, sembrando el caos entre las filas enemigas. El pánico se adueña de las tropas, que huyen en desbandada y no son capaces de ofrecer una resistencia eficaz. Sólo en el río Piave, a más de 100 kms del lugar donde comenzó la ofensiva y última línea de defensa de la llanura véneta, se consigue establecer el frente después de que los alemanes y austrohúngaros forzaran demasiado sus líneas de suministros. En tan sólo 15 días las fuerzas austrohúngaras y alemanas alcanzan una de las victorias más sonadas de la Gran Guerra, inflingiendo al ejército italiano más de 30.000 bajas y capturando 275.000 prisioneros.

Durante la batalla destacó un joven capitán alemán, Erwin Rommel, que dirigió una compañía de 250 tropas de montaña a la toma del monte Matajur, capturando más de 9.000 prisioneros y recibiendo por ello la mayor condecoración alemana, Pour le Mérite.

Un ejército desmoralizado

La víspera de la batalla, los soldados italianos formaban un ejército cansado y desmoralizado. Desde mayo de 1915 Italia había lanzado hasta once ofensivas en el valle del río Isonzo (Soča en esloveno), con ganancias territoriales mínimas a un coste terrible (alrededor de la mitad de los 600.000 italianos caídos durante la Gran Guerra se dieron en el valle del Isonzo). El área es particularmente favorable para los defensores, con altos riscos y desfiladeros resguardados tras una ancha corriente de agua que tiene la costumbre de desbordarse con frecuencia.

A pesar de todo, el alto mando italiano eligió este sector para lanzar sus ataques principalmente porque presentaba las mejores posibilidades de anexiones territoriales. Las grandes pérdidas, la dura disciplina impuesta por los altos mandos, la larga duración de una guerra que parecía interminable y los propios motivos impopulares detrás de una guerra ofensiva, habían creado un estado de ánimo antibelicista en todo el país.

Un ejército triunfante

La revolución rusa de febrero de 1917 y la decisión del gobierno provisional ruso de continuar la guerra mediante una ofensiva catastrófica en el verano terminan por hundir la capacidad combativa del ejército ruso. Motines, deserciones en masa, rendiciones de unidades enteras sin oponer resistencia se convierten en la norma. En este contexto, Alemania y Austria-Hungría deciden transferir un buen número de unidades del frente oriental, donde ya no son necesarias, al frente italiano para lanzar el gran ataque.

Por otro lado, los alemanes vienen del frente oriental habiendo probado nuevas tácticas de combate más eficaces, llamadas tácticas de infiltración. Ideadas por el General Oskar von Hutier para romper el estancamiento creado por la guerra de trincheras, perseguían la sorpresa y la rapidez en el ataque. Comenzando con bombardeos breves pero intensos, les seguía un ataque liderado por "sturmtruppen", con apoyo aéreo directo, que tenían como objetivo atravesar y desbaratar la retaguardia eliminando al soporte artillero y las líneas de comunicaciones. El grueso de la infantería se encargaría de limpiar las bolsas de resistencia dejadas por las tropas de asalto. Estas tácticas se habían probado con éxito en septiembre en la toma de Riga, pero no fue hasta Caporetto cuando se probaron por primera vez a gran escala.

Tras demostrar su éxito se emplearon masivamente en el frente occidental y estuvieron a punto de decantar la guerra del lado alemán, principalmente durante la Ofensiva Ludendorff. Estas tácticas sentaron las bases de la doctrina alemana desarrollada en el periodo de entreguerras, dando como resultado los principios de la Blitzkrieg usados con tanto éxito durante la primera mitad de la Segunda Guerra Mundial.

Italia reacciona

Las primeras consecuencias que la batalla de Caporetto tuvo en Italia fueron la sustitución del mariscal de campo Luiggi Cadorna por el general Armando Diaz como comandante en jefe del ejército, así como la formación de un nuevo Gobierno, en cierto modo inevitable tras los altercados y las polémicas habidas en retaguardia entre los defensores de la neutralidad y los defensores de la intervención.

Sin embargo, el cambio que mayor influencia tendría en los siguientes años fue la transformación de la opinión pública sobre la guerra. Antes, el ejército había luchado en terreno extranjero con el objetivo de conseguir anexiones territoriales. Caporetto, luchado casi en su totalidad en territorio italiano, transforma el objetivo de la guerra en la lucha por la defensa de la patria. Este hecho y la escala de la derrota italiana son explotados hábilmente por algunos personajes públicos, como el poeta nacionalista Gabrielle D'Annunzio, precursor de los ideales y las técnicas del fascismo italiano, y, especialmente, Benito Mussolini, entonces redactor del periódico Il Popolo d'Italia, que difundieron emotivas llamadas al sentimiento patriótico, a la disciplina y a la lucha contra el invasor. Con sus arengas consiguen levantar los ánimos de más de medio millón de nuevos reclutas que aportan las fuerzas suficientes para resistir los siguientes envites austrohúngaros en el Piave y salvar a Italia de la ocupación.

Algo más de un año después, aprovechando la visibilidad y el liderazgo así conseguidos, Mussolini fundó el movimiento fascista, abriendo la etapa más negra de la historia moderna italiana.

4 comentarios:

Gennaro dijo...

En Italia todavia esta el dicho "abbiamo fatto Caporetto"
"hicimos Caporetto"

Sylvio Zago dijo...

La Ofensiva del Caporetto, obligó a miles de Venezianos a emigrar a America...............Soy un nieto de ese desastre militar.

Anónimo dijo...

TRAS LA BATALLA DE CAPORETO, LOS SOLDADOS ITALIANOS FUERON A PARAR AL CAMPO DE CONCENTRACION, DONDE SUFRIERON LA EXPERIENCIA MAS TERRIBLE DE LA GUERRA (LA MUERTE)Y SIENDO ENTERRADOS EN EL CEMENTERIO DE MILOVICE. NO OLVIDEMOS ESTE GENOCIDIO ITALIANO.QUIERO SABER MAS DE LO QUE PASO CON ELLOS!!!

Teresa Gil dijo...

Entiendo que mi abuelo estuvo en caporetto tomado prisionero y llevado a campo de concentracion en turquia. Pietro Bruno. Aderno Sicilia